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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 11:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Najás, el amonita, subió contra Jabés de Galaad y la sitió. Los habitantes de la ciudad le dijeron: —Haz un pacto con nosotros y seremos tus siervos.

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23 Referencias Cruzadas  

»No obstante, cuando ustedes vieron que Najás, rey de los amonitas, los amenazaba, me dijeron: “¡No! ¡Queremos que nos gobierne un rey!”. Y esto, a pesar de que el Señor su Dios es el rey de ustedes.

Luego tomó a uno de la familia real, hizo un pacto con él bajo juramento y se llevó a la gente más importante del país.

Entonces Ben Adad le propuso: —Te devolveré las ciudades que mi padre le quitó al tuyo y podrás establecer zonas de mercado en Damasco, como lo hizo mi padre en Samaria. Acab respondió: —Sobre esa base, te dejaré en libertad. Y así firmó un tratado con él y lo dejó ir.

Entonces preguntaron: «¿Cuál de las tribus de Israel no se presentó ante el Señor en Mizpa?». Y resultó que ninguno de Jabés de Galaad había llegado al campamento para la asamblea,

—Nos hemos dado cuenta de que el Señor está contigo —respondieron—. Por eso, queremos proponerte que hagamos entre nosotros un trato bajo juramento. Ese pacto será el siguiente:

¿Acaso va a comprometerse a ser tu esclavo de por vida?

»No hagas ningún tratado con ellos ni con sus dioses.

»No hagan caso a Ezequías. Así dice el rey de Asiria: “Hagan las paces conmigo y ríndanse. De esta manera cada uno podrá comer de su vid y de su higuera y beber agua de su propio pozo,

el Señor se enfureció contra ellos. Los entregó en manos de los filisteos y a los amonitas,

No podrán entrar en la asamblea del Señor los amonitas ni los moabitas, ni ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación.

Después de consolidar su reinado sobre Israel, Saúl luchó contra todos los enemigos que lo rodeaban, incluso contra los moabitas, los amonitas, los edomitas, los reyes de Sobá y los filisteos; y a todos los vencía

Pasado algún tiempo, murió el rey de los amonitas y su hijo Janún lo sucedió en el trono.

Entonces David pensó: «Debo ser leal con Janún, hijo de Najás, tal como su padre lo fue conmigo». Así que envió a unos mensajeros para darle el pésame por la muerte de su padre. Cuando los mensajeros de David llegaron al país de los amonitas,

Cuando David llegó a Majanayin, allí estaban Sobí, hijo de Najás, oriundo de Rabá, ciudad amonita; Maquir, hijo de Amiel, que era de Lo Debar; y Barzilay, el galaadita, habitante de Roguelín.

Todos los judíos que estaban en Moab, Amón y Edom, y en todos los otros países, se enteraron también de que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá, y que había nombrado como gobernador a Guedalías, hijo de Ajicán y nieto de Safán.

y dijeron: —¿No sabes que Balís, rey de Amón, ha mandado a Ismael, hijo de Netanías, para matarte? Pero Guedalías, hijo de Ajicán, no les creyó.

Después de algún tiempo, cuando los amonitas hicieron la guerra contra Israel,

Entonces David envió a los de Jabés el siguiente mensaje: «Que el Señor los bendiga por haberle sido fieles a su señor Saúl y por darle sepultura.

Cuando los de Jabés de Galaad se enteraron de lo que habían hecho los filisteos con Saúl,

se levantaron todos los valientes y rescataron los cuerpos de Saúl y de sus hijos. Los llevaron a Jabés, sepultaron sus huesos debajo de la encina de Jabés y guardaron siete días de ayuno.




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