Su tío preguntó a él y a su criado: —¿Y ustedes dónde estaban? —Andábamos buscando las burras —respondió Saúl—; pero como no dábamos con ellas, fuimos a ver a Samuel.
Y así fue. Todos los oficiales vinieron a interrogar a Jeremías, pero él contestó de acuerdo con lo que el rey había ordenado. Entonces lo dejaron tranquilo, porque nadie había escuchado la conversación.