Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Samuel 10:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces Samuel tomó un frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Luego lo besó y dijo: —¡Es el Señor quien te ha ungido para que gobiernes a su pueblo!

Ver Capítulo Copiar

38 Referencias Cruzadas  

Samuel tomó el cuerno de aceite y ungió al joven en presencia de sus hermanos. Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con él. Luego Samuel regresó a Ramá.

y lo quitó de andar arreando los rebaños para que fuera el pastor de Jacob, su pueblo; el pastor de Israel, su herencia.

«Mañana, a esta hora, te voy a enviar un hombre de la tierra de Benjamín. Lo ungirás como gobernante de mi pueblo Israel, para que lo libre del poder de los filisteos. Me he compadecido de mi pueblo, pues sus gritos de angustia han llegado hasta mí».

Besen al hijo, no sea que se enoje y sean ustedes destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!

Entonces pidieron un rey y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, quien gobernó por cuarenta años.

En cuanto a mí, ¡que el Señor me libre de alzar la mano contra su ungido! Solo toma la lanza y el jarro de agua que están a su cabecera, y vámonos de aquí.

Porque la porción del Señor es su pueblo; Jacob es su herencia asignada.

«Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y, en tres días, podrás subir al Templo del Señor.

Un día, el profeta Eliseo llamó a un miembro de la comunidad de los profetas. «Arréglate la ropa para viajar —le ordenó—. Toma este frasco de aceite y ve a Ramot de Galaad.

Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios.

En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos.

Saluden a todos los hermanos con un beso santo.

Sin embargo, siguen pecando, pues se fabrican, según su ingenio, imágenes de fundición e ídolos de plata que no son más que obra de artesanos. De ellos se dice: «Ofrecen sacrificios humanos y besan ídolos en forma de becerros».

La porción de Jacob no es como aquellos, porque él es quien hizo todas las cosas, incluso Israel, el pueblo de su heredad. Su nombre es el Señor de los Ejércitos.

El Señor escogió a Jacob como suyo, a Israel como su propiedad exclusiva.

Sin embargo, yo preservaré a siete mil israelitas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado.

La gente y el rey cruzaron el Jordán. Luego el rey le dio un beso a Barzilay y lo bendijo, y Barzilay volvió a su pueblo.

Ya desde antes, cuando Saúl era nuestro rey, usted dirigía a Israel en sus campañas. Además el Señor le dijo a usted: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel y lo gobernarás”».

y dijo a sus hombres: —¡Que el Señor me libre de hacerle al rey lo que ustedes sugieren! No puedo alzar la mano contra él, porque es el ungido del Señor.

pero ahora te digo que tu reino no permanecerá. El Señor ya está buscando un hombre conforme a su corazón y lo ha designado gobernante de su pueblo, pues tú no has obedecido.

El pueblo, sin embargo, no hizo caso a Samuel, sino que dijo: —¡De ninguna manera! Queremos un rey que nos gobierne.

Así que hazles caso, pero adviérteles claramente cómo el rey los tratará».

El Señor destrozará a sus enemigos; desde el cielo lanzará truenos contra ellos. El Señor juzgará los confines de la tierra, fortalecerá a su rey y enaltecerá el poder de su ungido».

«Toma las siguientes especias finas: quinientos siclos de mirra líquida, doscientos cincuenta siclos de canela aromática y otro tanto igual de caña aromática,

Mientras se dirigían a las afueras de la ciudad, Samuel dijo a Saúl: —Dile al criado que se adelante, pero tú quédate un momento, que te voy a dar un mensaje de parte de Dios. El criado se adelantó.

Aquí me tienen. Pueden acusarme en la presencia del Señor y de su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un asno? ¿A quién he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿Por quién me he dejado sobornar? Acúsenme y pagaré lo que corresponda.

Un día Samuel dijo a Saúl: «El Señor me envió a ungirte como rey sobre su pueblo Israel. Así que pon atención al mensaje del Señor.

El Señor dijo a Samuel: —¿Cuánto tiempo vas a quedarte llorando por Saúl, si ya lo he rechazado como rey de Israel? Mejor llena de aceite tu cuerno y ponte en camino. Voy a enviarte a Belén, a la casa de Isaí, pues he escogido como rey a uno de sus hijos.

—¡No lo mates! —exclamó David—. ¿Quién puede impunemente alzar la mano contra el ungido del Señor?

—¿Y cómo te atreviste a alzar la mano para matar al ungido del Señor? —reclamó David.

para que el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey de Israel. Toquen luego la trompeta y griten: “¡Viva el rey Salomón!”.

Quedaste adornada de oro y plata, vestida de tela de lino fino, de seda y de telas bordadas. Te alimentabas con harina refinada, con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa y creciste para ser reina.

Entonces Samuel dijo: —¿No es cierto que, aunque te creías poca cosa, has llegado a ser jefe de las tribus de Israel? ¿No fue el Señor quien te ungió como rey de Israel,

Nuestra ciudad es la más pacífica y fiel del país, y muy importante en Israel; usted, sin embargo, intenta arrasarla. ¿Por qué quiere destruir la heredad del Señor?

—¡Eso no es verdad! —contestaron—. Dinos la verdad. Jehú dijo: —Esto es lo que me declaró: “Así dice el Señor: ‘Ahora te unjo como rey de Israel’ ”.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios