1 Juan 3:5

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Pero ustedes saben que Jesucristo se manifestó para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado.

Referencias Cruzadas

2 Corintios 5:21

Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.

Hebreos 9:28

también Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos. Aparecerá por segunda vez ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan.

1 Pedro 3:18

Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.

1 Pedro 2:24

Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.

Hebreos 9:26

Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presentado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.

Juan 1:29

Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

Apocalipsis 1:5

también de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados,

1 Juan 1:7

Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 1:2

Esta vida se manifestó. Nosotros la hemos visto, damos testimonio de ella y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado.

Tito 2:14

Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.

1 Pedro 2:22

«Él no cometió ningún pecado ni hubo engaño en su boca».

Hebreos 1:3

El Hijo refleja el brillo de la gloria de Dios y es la fiel representación de lo que él es. Él sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.

1 Timoteo 1:15

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

Mateo 1:21

Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

1 Juan 2:1

Mis queridos hijos, escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo.

1 Pedro 1:20

Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes.

Hebreos 4:15

Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.

Hebreos 7:26

Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.

1 Timoteo 3:16

No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe: Él se manifestó como hombre; fue justificado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria.

Juan 14:30

Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí,

Juan 8:46

¿Quién de ustedes me puede probar que soy culpable de pecado? Si digo la verdad, ¿por qué no me creen?

Juan 1:31

Yo ni siquiera lo conocía, pero para que él se revelara al pueblo de Israel, vine bautizando con agua».

Lucas 23:47

El centurión, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo: —¡Verdaderamente este hombre era justo!

Lucas 23:41

En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; este, en cambio, no ha hecho nada malo.

Oseas 14:2

Piensen bien lo que dirán y vuélvanse al Señor con este ruego: «Perdónanos nuestras maldades y recíbenos con benevolencia, pues queremos ofrecerte el fruto de nuestros labios.

1 Pedro 1:18

Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata,

1 Juan 2:2

Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo.

1 Juan 2:29

Si reconocen que Jesucristo es justo, reconozcan también que todo el que practica la justicia ha nacido de él.

1 Juan 3:8

El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo.