Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Corintios 9:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes el fruto de mi trabajo en el Señor?

Ver Capítulo Copiar

37 Referencias Cruzadas  

Ananías se fue y cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo».

y para proclamarlo me nombró heraldo y apóstol. Digo la verdad y no miento: Dios me hizo maestro de los no judíos para enseñarles la verdadera fe.

Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.

A la noche siguiente, el Señor se apareció a Pablo y le dijo: «¡Ánimo! Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, es necesario que lo des también en Roma».

En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor.

Aunque soy libre respecto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible.

De este evangelio he sido yo designado heraldo, apóstol y maestro.

Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud.

Nosotros, colaboradores de Dios, les rogamos que no reciban su gracia en vano.

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para anunciar el evangelio de Dios,

Pablo, apóstol no por investidura ni mediación humana, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muertos;

Tampoco hemos buscado honores de nadie, ni de ustedes ni de otros.

Pero considero que en nada soy inferior a esos «superapóstoles».

Pablo, llamado por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús, y nuestro hermano Sóstenes,

Me dirijo ahora a ustedes, los no judíos. Como apóstol que soy de ustedes, le hago honor a mi ministerio,

Por medio de él y en honor a su nombre, recibimos la gracia y el llamado a ser apóstol para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe.

Al enterarse de esto los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron las vestiduras y se lanzaron por entre la multitud, gritando:

La gente de la ciudad estaba dividida: unos de parte de los judíos y otros de parte de los apóstoles.

Mientras participaban en el culto al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».

—¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel.

—¿Quién eres, Señor? —preguntó. —Yo soy Jesús, a quien tú persigues —contestó la voz—.

Me refiero a la conciencia del otro, no a la de ustedes. ¿Por qué se ha de juzgar mi libertad de acuerdo con la conciencia ajena?

Si con gratitud participo de la comida, ¿me van a condenar por comer algo por lo cual doy gracias a Dios?

Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre ni tampoco las iglesias de Dios.

Fíjense en lo que está a la vista. Si alguno está convencido de ser de Cristo, considere esto de nuevo: nosotros somos tan de Cristo como él.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios