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Referencias Cruzadas

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1 Corintios 3:6

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.

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29 Referencias Cruzadas  

El que es generoso prospera; el que reanima a otros será reanimado.

Pero gracias a él ustedes están unidos en Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría, justificación, santificación y redención;

¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes el fruto de mi trabajo en el Señor?

Porque, así como la tierra hace que broten los retoños y el huerto hace que germinen las semillas, así el Señor y Dios hará que broten la justicia y la alabanza ante todas las naciones.

Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo recorrió las regiones del interior y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos.

Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo: —¡Así que también a los no judíos ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!

porque nuestro evangelio les llegó no solo con palabras, sino también con poder, es decir, con el Espíritu Santo y con profunda convicción. Como bien saben, estuvimos entre ustedes buscando su bien.

No me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para que los no judíos lleguen a obedecer a Dios. Lo he hecho con palabras y obras,

Después de saludarlos, Pablo relató detalladamente lo que Dios había hecho entre los no judíos por medio de su ministerio.

Por aquel entonces llegó a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría. Era un hombre ilustrado y poderoso en el uso de las Escrituras.

Una de ellas, que se llamaba Lidia, adoraba a Dios. Era de la ciudad de Tiatira y vendía telas de color púrpura. Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo.

Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.

Una cosa ha dicho Dios y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso;

Una quimera es la gente de humilde cuna, y una mentira la gente de alta alcurnia; si se les pusiera juntos en la balanza, pesarían menos que un soplo.

Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y de cómo había abierto la puerta de la fe a los no judíos.

Me refiero a que unos dicen: «Yo sigo a Pablo»; otros afirman: «Yo, a Apolos»; otros: «Yo, a Cefas»; y otros: «Yo, a Cristo».

Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino solo Dios porque es quien hace crecer.

ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente o el porvenir; todo es de ustedes,

para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,




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