Sofonías 2:3

La Palabra (versión española)

Buscad al Señor vosotros, todos los humildes de la tierra, los que cumplís sus preceptos; practicad la justicia y buscad la humildad; tal vez esto os proteja en el día de la ira del Señor.

Referencias Cruzadas

2 Samuel 12:22

Pero David les contestó: —Mientras el niño estaba vivo, yo ayunaba y lloraba por él, pensando que el Señor podría apiadarse de mí y dejaría vivir al niño.

Salmos 105:4

Recurrid al poder del Señor, buscad siempre su rostro;

Salmos 149:4

porque el Señor ama a su pueblo, a los humildes honra con la victoria.

Salmos 22:26

Los necesitados comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que lo buscan. ¡Que todos vosotros viváis por siempre!

Salmos 31:20

Tu rostro los ampara y protege de las conjuras humanas; los resguardas en tu Tienda de las lenguas pendencieras.

Salmos 45:4

Cabalga victorioso en favor de la verdad, la clemencia y la justicia; que tu diestra te colme de hazañas.

Salmos 57:1

Apiádate de mí, oh Dios, apiádate, que en ti pongo mi confianza; bajo tus alas me refugiaré hasta que pase la desgracia.

Salmos 76:9

cuando Dios se levanta para juzgar, para salvar a los humildes de la tierra. [Pausa]

Salmos 91:1

Tú que habitas al amparo del Altísimo, tú que vives al abrigo del Todopoderoso,

Éxodo 12:27

les responderéis: «Es el sacrificio de la Pascua en honor del Señor, que pasó sin detenerse en las casas de los israelitas en Egipto, cuando hirió de muerte a los egipcios y protegió a nuestras familias». Entonces los israelitas se postraron en actitud de adoración.

Proverbios 18:10

El nombre del Señor es fortaleza, a ella acude el justo para protegerse.

Isaías 1:17

Aprended a hacer el bien, tomad decisiones justas, restableced al oprimido, haced justicia al huérfano, defended la causa de la viuda.

Isaías 11:4

juzgará con justicia a los pobres, con rectitud a los humildes de la tierra; herirá al violento con la vara de su boca, con el soplo de sus labios matará al malvado;

Isaías 61:1

El espíritu del Señor Dios me acompaña, pues el propio Señor me ha ungido, me ha enviado a dar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones destrozados, a proclamar la libertad a los cautivos, a gritar la liberación a los prisioneros,

Jeremías 39:18

puedes estar seguro que te haré escapar: no caerás a espada, y tu vida será tu botín, por haber confiado en mí —oráculo del Señor.

Jeremías 45:5

¿Y me vienes pidiendo intervenciones prodigiosas? —oráculo del Señor—. No las pidas, pues pienso traer la desgracia sobre todo ser viviente. Tú confórmate con que el botín que consigas, vayas por donde vayas, sea tu propia vida.

Ezequiel 13:5

No os apostasteis en las brechas ni cercasteis a Israel con un muro, para que resistiera en la refriega el día del Señor.

Oseas 10:12

Sembrad justicia y cosecharéis amor; preparad el barbecho para el cultivo, porque es tiempo de buscar al Señor; [esperad] hasta que él venga y derrame sobre vosotros salvación.

Oseas 7:10

La soberbia de Israel testifica contra Efraín, pero no vuelven al Señor, su Dios, ni lo buscan a pesar de todo esto.

Jonás 3:9

¡Tal vez Dios se arrepienta, se calme el furor de su ira y no perezcamos!».

Zacarías 8:19

—Así dice el Señor del universo: Los ayunos del cuarto, quinto, séptimo y décimo mes se convertirán para Judá en días de alegría y regocijo y en festivas solemnidades, siempre que améis la verdad y la paz.

Mateo 5:5

Felices los humildes, porque Dios les dará en herencia la tierra.

1 Tesalonicenses 4:1

Por lo demás, hermanos, os pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendisteis de nosotros a comportaros como conviene, agradando a Dios, así sigáis comportándoos para que progreséis lo más posible.

1 Tesalonicenses 4:10

Y así lo practicáis con todos los hermanos de la entera Macedonia. Solo os pedimos, hermanos, que progreséis en ello más y más,

1 Pedro 1:22

Obedientes a la verdad, habéis eliminado cuanto impide una auténtica fraternidad. Amaos, pues, intensa y entrañablemente unos a otros

1 Pedro 3:4

cuanto el interior, el del corazón: el adorno incorruptible de un espíritu apacible y sereno, que es la auténtica belleza a los ojos de Dios.

2 Pedro 3:18

Y creced en gracia y en conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él la gloria ahora y por siempre. Amén.