En el día de ese sacrificio, yo castigaré a los príncipes, castigaré a los hijos del rey, a todos los que visten al modo de los extranjeros.
Entonces Jehú ordenó al encargado del vestuario: —Saca vestiduras para todos los fieles de Baal. Él se las sacó.
Cuando termine el Señor su tarea en el monte Sion y en Jerusalén, pasará cuentas al rey de Asiria del resultado de sus planes orgullosos y castigará su mirada satisfecha y altanera.
Has abandonado a tu pueblo, a la casa de Jacob, que estaba repleta de adivinos, de magos, como entre filisteos, y hacía tratos con extraños.
Aquel día juzgará el Señor al ejército del cielo en el cielo y a los reyes de la tierra en la tierra.
También se llevarán a algunos de tus descendientes, que emplearán como siervos en el palacio del rey de Babilonia.
Se burlan de los reyes, se mofan de los gobernantes; se ríen de cualquier fortaleza: levantan un terraplén y al punto la conquistan.
La mujer no debe usar ropas de hombre ni el hombre ropas de mujer, porque el que hace tal cosa es abominable para el Señor tu Dios.