Cuando Noemí se enteró de que el Señor había bendecido a su pueblo, proporcionándole pan, se dispuso a regresar con sus nueras desde las tierras de Moab.
Entonces Noemí dijo a sus dos nueras: —Andad y volveos a vuestra casa materna. Que el Señor os trate con la misma bondad que vosotras habéis demostrado con los difuntos y conmigo