Números 8:8

La Palabra (versión española)

Que tomen un novillo con la correspondiente ofrenda de cereal —flor de harina amasada con aceite—; por tu parte, tomarás otro novillo como ofrenda de purificación.

Referencias Cruzadas

Éxodo 29:1

Este es el ritual que seguirás con ellos para consagrarlos a mí como sacerdotes: tomarás un novillo y dos carneros sin defecto,

Éxodo 29:3

Colocarás todo ello en un canastillo y lo presentarás junto con un novillo y dos carneros.

Isaías 53:10

el Señor quiso machacarlo con males. Por entregar su vida como ofrenda expiatoria, verá su descendencia, vivirá muchos años, por su mano triunfará el designio del Señor.

Levítico 1:3

Si su ofrenda para el holocausto es de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto alguno; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del encuentro para que sea agradable al Señor.

Levítico 16:3

Así entrará Aarón en el santuario: traerá un novillo para ofrenda de purificación, y un carnero para holocausto;

Levítico 2:1

Cuando alguien presente una ofrenda de cereal al Señor, su ofrenda será de flor de harina, sobre la que se echará aceite y se pondrá incienso.

Levítico 4:14

cuando la comunidad se dé cuenta del pecado que ha cometido, ofrecerá un novillo como sacrificio de purificación. Traerán el novillo delante de la Tienda del encuentro

Levítico 4:3

Si es el sacerdote ungido el que ha pecado, haciendo con ello culpable al pueblo, ofrecerá al Señor un novillo sin defecto alguno como ofrenda de purificación por el pecado que ha cometido.

Levítico 8:2

—Toma a Aarón y a sus hijos, junto con las ropas, el aceite de la unción, el novillo de la ofrenda de purificación, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura,

Romanos 8:3

Es decir, lo que era imposible para la ley a causa de la debilidad humana, lo llevó a cabo Dios enviando a su propio Hijo, que compartió nuestra condición pecadora y, a fin de eliminar el pecado, dictó sentencia condenatoria contra el pecado a través de su naturaleza mortal.

2 Corintios 5:21

Al que no tuvo experiencia de pecado, Dios lo trató por nosotros como al propio pecado, para que, por medio de él, experimentemos nosotros el poder salvador de Dios.