El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
Luego, una vez desmontada la Morada, se pusieron en marcha los guersonitas y los meraritas, que eran los encargados de transportarla.
Así no tendrán que contemplar lo santo, ni siquiera por un instante, lo que les acarrearía la muerte.
—Haz también un censo de los guersonitas según sus casas patriarcales y sus clanes.
Todos fueron registrados según la orden del Señor transmitida por Moisés, y a cada uno se le asignó lo que debía hacer y transportar.