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Referencias Cruzadas

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Números 4:16

La Palabra (versión española)

Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, será responsable del aceite del alumbrado, del incienso aromático, de la ofrenda perpetua de cereal y del aceite de la unción; será el responsable de la Morada y de todo lo que hay en ella, del santuario y de sus utensilios.

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20 Referencias Cruzadas  

aceite para la lámpara, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático,

el aceite de la unción y el incienso aromático para el santuario. Todo lo harán según las instrucciones que te he dado.

Besalel también preparó el aceite sagrado de la unción y el incienso puro y aromático, según el arte de los perfumistas.

El Señor habló a Moisés y le dijo:

—Ordena a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva para el alumbrado, para que las lámparas ardan continuamente.

Todo lo que entre en contacto con la carne de la víctima quedará consagrado; y si algún vestido queda salpicado con la sangre de la víctima, lo lavarás en lugar sagrado.

El principal de los jefes de los levitas era Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, responsable de los que servían en las cosas santas.

Se dirigió el Señor a Moisés y a Aarón y les dijo:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar a los pobres la buena noticia de la salvación; me ha enviado a anunciar la libertad a los presos y a dar vista a los ciegos; a liberar a los oprimidos

Cuidad de vosotros mismos y de todo el rebaño sobre el que os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes. Pastoread la Iglesia que el Señor adquirió con el sacrificio de su propia vida.

A nosotros la gente nos ha de considerar como lo que somos: servidores de Cristo y administradores de los planes secretos de Dios.

Porque uno solo es Dios y uno solo es el mediador entre Dios y la humanidad: el hombre Cristo Jesús,

Por tanto, hermanos creyentes que compartís un mismo llamamiento celestial, no perdáis de vista a quien ha sido enviado como sumo sacerdote de la fe que profesamos. Me refiero a Jesús,

Cristo, en cambio, como Hijo que es, está al frente de la casa de Dios. Una casa que somos nosotros mientras mantengamos la confianza y la ilusión que nace de la esperanza.

Antes, en efecto, andabais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al que es pastor y guardián de vuestras vidas.

apacentad el rebaño de Dios confiado a vuestro cargo; velad sobre él, no a la fuerza o por una rastrera ganancia, sino gustosamente y con generosidad, como Dios quiere;




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