Cada uno de los censados dará como contribución al Señor seis gramos de plata, según la tasación oficial del santuario: la ofrenda al Señor será de seis gramos de plata.
—el dinero correspondiente al rescate de los primogénitos de los israelitas que sumaba mil trescientos sesenta y cinco siclos en total, según el valor del siclo del santuario—
Su ofrenda fue un plato de plata de ciento treinta siclos de peso y un jarro de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda de cereal;