A los guersonitas correspondía, en la Tienda del encuentro, el cuidado de la Morada, de la Tienda y su cubierta, de la cortina de la entrada de la Tienda del encuentro,
Ezequías restableció los turnos de sacerdotes y levitas, asignando a cada cual su función sacerdotal o levítica; restableció también los holocaustos y sacrificios de comunión, el servicio litúrgico, los cantos de acción de gracias y los himnos de alabanza a las puertas de los atrios del Templo.
Pondrás a los levitas a cargo de la Morada del testimonio, de todos sus utensilios, y de todo lo relacionado con ella. Ellos transportarán la Morada, estarán a su servicio y acamparán alrededor de ella.
Es como alguien que, al ausentarse de su casa, confía a sus criados la administración de ella; a cada uno lo hace responsable de su propia obligación, y al portero le encarga que vigile bien.
Timoteo, hijo mío, este es el encargo que te hago de acuerdo con las palabras proféticas que fueron pronunciadas sobre ti: estimulado por ellas, entrégate a este noble combate,