Cuando cesó el castigo, el Señor se dirigió a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y les dijo:
Tal como el Señor le había mandado a Moisés, así él los censó en el desierto del Sinaí.
pues ellos, con sus ardides, se han convertido en vuestros enemigos; así se portaron en el caso de Baal-Peor y en el de su compatriota Cozbí —hija de un jefe madianita— que murió el día del castigo desencadenado por lo de Peor.
un castigo en el que murieron veinticuatro mil.