Regresó Balaán adonde había dejado a Balac y lo encontró de pie junto a su holocausto, acompañado de todos los dignatarios de Moab.
Entonces el Señor comunicó a Balaán las palabras que debía pronunciar, diciéndole: —Regresa adonde está Balac y comunícale mis palabras.
Entonces recitó Balaán este poema: De Aram me ha hecho venir Balac, el rey de Moab, desde los montes de oriente. «Ven, maldíceme a Jacob; ven, lanza imprecaciones contra Israel».
Estos son los nombres de los hijos de Leví: Guersón, Queat y Merarí.