A la vista está que no nos has traído a una tierra que mana leche y miel, ni nos has dado campos y viñas como heredad. ¿A quién quieres engañar ahora? ¡No iremos!
Os lo he dicho: Poseeréis su tierra, pues soy yo quien os la entrego en posesión; es una tierra de la que fluye leche y miel. Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os he separado de los demás pueblos.
Los filisteos se apoderaron de él, le sacaron los ojos, y lo llevaron a Gaza. Allí lo ataron con una doble cadena de bronce y lo encerraron en la cárcel donde daba vueltas a la rueda de molino.
¿Por qué nos habéis hecho partir de Egipto para traernos a este miserable lugar donde no hay cereales, ni higueras, ni viñas, ni granados? ¡Ni siquiera hay agua para beber!
Pero el séptimo la dejarás en barbecho, sin cultivar, para que encuentren allí comida los pobres de tu pueblo, y lo restante lo coman las bestias del campo. Esto mismo harás con tus viñas y tus olivares.
Si alguien prende fuego y este se propaga por los matorrales quemando las gavillas o las mieses sin segar, o incluso el campo entero, el causante del incendio pagará los daños.
así que he determinado acabar con vuestras penalidades y llevaros al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel».
Ahora he decidido librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país para conducirlos a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos.