Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Números 14:8

La Palabra (versión española)

Si el Señor nos es propicio, nos conducirá a esa tierra y nos la entregará; es una tierra que mana leche y miel.

Ver Capítulo Copiar

15 Referencias Cruzadas  

me puso a salvo, me libró porque me amaba.

¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que ha tenido a bien ponerte en el trono de Israel y, por el amor eterno a su pueblo, te ha designado rey para garantizar la justicia y el derecho!

luego llegaré yo en persona y os llevaré a una tierra como la vuestra, una tierra de grano y de mosto, una tierra de mieses y viñas, una tierra de aceite y miel, donde viviréis y no moriréis». Pero no hagáis caso a Ezequías, pues os engaña diciendo que el Señor os librará.

«¡Que acuda al Señor; que él lo libre; que lo salve si tanto lo ama!».

Ahora he decidido librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país para conducirlos a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos.

Ya no te llamarán «Abandonada», ni dirán a tu tierra «Desolada», pues te llamarán «Querida mía», dirán a tu tierra «Desposada»; pues el Señor te quiere a ti y tu tierra tendrá ya marido.

Me alegraré de poder hacerles el bien; los plantaré de verdad en esta tierra, con todo mi corazón y con toda mi alma.

El Señor, tu Dios, está contigo; él es poderoso y salva. Se regocija por ti con alegría, su amor te renovará, salta de júbilo por ti.

Esto es lo que les dijeron: —Hemos recorrido la tierra a la que nos enviaste, una tierra que ciertamente mana leche y miel; y estos son sus frutos.

A la vista está que no nos has traído a una tierra que mana leche y miel, ni nos has dado campos y viñas como heredad. ¿A quién quieres engañar ahora? ¡No iremos!

¿Qué añadir a todo esto? Si Dios está a nuestro favor, ¿quién podrá estar contra nosotros?

Sin embargo, de quien se enamoró el Señor fue de tus antepasados; los amó, y después de ellos escogió a su descendencia, o sea a vosotros, entre todos los pueblos, como hoy podemos ver.

Así que dame esta montaña que el Señor me prometió aquel día. Tú oíste aquel día cómo hay en ella anaquitas y ciudades grandes y fuertes. Que el Señor esté conmigo y yo los expulsaré como él me lo prometió.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios