Una vez que el faraón dejó marchar al pueblo, Dios no los condujo por la ruta de los filisteos, aunque era el camino más corto, pues se dijo: «Si esta gente es atacada y tiene que luchar, se acobardará y regresará a Egipto».
también vimos allí nefilitas (los descendientes de Anac provienen de los nefilitas). Nosotros, a su lado, teníamos la impresión de ser como saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos.
Toda la comunidad a una murmuraba contra Moisés y Aarón diciendo: —¡Ojalá hubiéramos muerto en el país de Egipto! O si no, ¡ojalá, al menos, hubiéramos muerto en este desierto!
Y cuando el Señor os envió desde Cadés Barnea con esta orden: «Id y tomad posesión de la tierra que os he dado», os rebelasteis contra esa orden y no confiasteis en él ni le obedecisteis.