Seguidamente emprendieron la marcha los queatitas llevando los objetos sagrados; para cuando estos llegaban [a la siguiente acampada], los otros ya habían montado la Morada.
Entonces David ordenó: —Solo los levitas podrán transportar el Arca de Dios, pues a ellos los ha elegido el Señor para transportar su Arca y servirle siempre.
Estos eran los descendientes de Leví, distribuidos por clanes, y los cabezas de familia, según el registro nominal de cada uno, que se dedicaban al servicio del Templo a partir de los veinte años,
Cuando la Morada haya de trasladarse, los levitas la desmontarán; y cuando haya de detenerse, los levitas la montarán; cualquier intruso que se arrogue ese derecho será condenado a muerte.
Luego, en medio de los otros campamentos, irá la Tienda del encuentro y el campamento de los levitas. En el mismo orden en que acampan, así marchará cada uno con su regimiento.