Joab entregó al rey las cifras del censo de la población: en Israel había ochocientos mil guerreros, diestros con la espada; y en Judá, quinientos mil.
Los descendientes de Rubén, Gad y media tribu de Manasés formaron un ejército de cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta soldados, armados de escudo y espada, diestros en el manejo del arco y entrenados para la guerra,
Amasías reunió a Judá y lo organizó por familias paternas, al mando de jefes de millar y de cien para todo Judá y Benjamín. Hizo el censo de los mayores de veinte años y resultaron trescientos mil soldados escogidos, aptos para el ejército y armados de lanza y escudo.
Observaréis la fiesta de los Panes sin levadura, porque en ese día saqué yo a vuestras tribus de Egipto. Celebraréis ese día como institución perpetua para las generaciones venideras.
o sea, que cada uno de los registrados en el censo, de veinte años para arriba, seiscientas tres mil quinientas cincuenta personas en total, ofrendó cinco gramos de plata, según la tasación oficial del santuario.
—Haced un censo de toda la comunidad israelita, registrando por casas patriarcales a todos los mayores de veinte años que sean aptos para el servicio militar en Israel.
Los mayores de veinte años que salieron de Egipto no verán la tierra que prometí con juramento a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no permanecieron leales a mí;
Si un hombre está recién casado, no tendrá que ir a la guerra ni se le impondrán otros deberes; quedará libre de cualquier servicio durante un año. Que se quede en casa para hacer feliz a su mujer.
En aquel tiempo os ordené lo siguiente: «El Señor vuestro Dios, os ha dado en posesión esta tierra. Ahora, pues, que todos los guerreros tomen sus armas y avancen al frente de sus hermanos israelitas.