Eliseo dejó los bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: —Déjame despedirme de mis padres. Luego te sigo. Elías le respondió: —Vete y vuelve. Yo no te lo impido.
Todo lo que esté a tu alcance, hazlo con todas tus fuerzas, pues no hay actividad, ni razón, ni ciencia, ni sabiduría en el reino de los muertos adonde te encaminas.
—Si uno quiere venir conmigo y no está dispuesto a dejar padre, madre, mujer, hijos, hermanos y hermanas, e incluso a perder su propia vida, no podrá ser discípulo mío.
el que dijo a su padre y a su madre: «Jamás os he visto»; el que no reconoció a sus hermanos ni quiso saber nada de sus propios hijos. Pero ellos han guardado tu palabra y han obedecido tu alianza;