Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Lucas 8:43

La Palabra (versión española)

Entonces, una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años y que había gastado toda su fortuna en médicos, sin lograr que ninguno la curase,

Ver Capítulo Copiar

22 Referencias Cruzadas  

El año trigésimo noveno de su reinado, Asá enfermó gravemente de gota, pero tampoco en la enfermedad acudió al Señor, sino a los médicos.

pues todo lo blanqueáis con mentiras, parecéis médicos sin serlo.

Préstanos ayuda frente al enemigo, pues de nada vale la ayuda humana.

No os apoyéis en el ser humano que solo es un soplo en la nariz; ¿qué valor tiene en realidad?

Porque todos los otros echaron de lo que les sobraba, pero ella, dentro de su necesidad, ha echado cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.

Cuando menos se espera, se apodera de él y lo derriba al suelo, haciéndole arrojar espuma por la boca y rechinar los dientes hasta que se queda rígido. Pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no lo han conseguido.

Había allí una mujer a la que un espíritu maligno tenía enferma desde hacía dieciocho años. Se había quedado encorvada y era absolutamente incapaz de enderezarse.

Pues esta mujer, que es descendiente de Abrahán, a la que Satanás tenía atada desde hace dieciocho años, ¿acaso no debía ser liberada de sus ataduras incluso en sábado?

En cuanto Jesús saltó a tierra, salió a su encuentro un hombre procedente de la ciudad. Estaba poseído por demonios, y desde hacía bastante tiempo andaba desnudo y no vivía en su casa, sino en el cementerio.

porque su única hija, de unos doce años de edad, estaba muriéndose. Mientras Jesús se dirigía allá, la gente se apiñaba a su alrededor.

se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde del manto. En aquel mismo instante se detuvo su hemorragia.

Iba Jesús de camino cuando vio a un hombre ciego de nacimiento.

Cómo es que ahora ve, no lo sabemos; tampoco sabemos quién le ha dado la vista. Preguntádselo a él; tiene edad suficiente para responder por sí mismo.

se encontraron con un lisiado de nacimiento, que estaba junto a la puerta del Templo llamada «Hermosa». Lo llevaban cada día y lo ponían allí para que pidiese limosna a las personas que entraban en el Templo.

además, el milagro de la curación se había realizado en un hombre de más de cuarenta años.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios