Y Jesús añadió: —¡El Hijo del hombre es Señor del sábado!
Y Jesús añadió: —Dios hizo el sábado por causa del ser humano, y no al ser humano por causa del sábado.
En esto quedaron envueltos por una nube de la que salía una voz: —Este es mi Hijo amado. Escuchadlo.
Entró en la casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, comió de ellos, algo que no estaba permitido hacer a nadie, sino solamente a los sacerdotes. Y dio también a quienes lo acompañaban.
Otro sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía atrofiada la mano derecha.
cuando el día del Señor caí en éxtasis y oí a mi espalda una voz poderosa, como de trompeta,