Jesús les contestó: —No necesitan médico los que están sanos, sino los que están enfermos.
¿Ya no hay bálsamo en Galaad? ¿No quedan médicos allí? ¿Por qué, pues, sigue abierta la herida de la capital de mi pueblo?
Jesús lo oyó y les dijo: —No necesitan médico los que están sanos, sino los que están enfermos. Yo no he venido a llamar a los buenos, sino a los pecadores.
Yo no he venido a llamar a los buenos, sino a los pecadores, para que se conviertan.