Jesús, lleno del poder del Espíritu Santo, regresó a Galilea. Su fama se extendió por toda aquella región.
Al enterarse Jesús de que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea.
La noticia de este suceso se extendió por toda aquella región.
Ellos, sin embargo, en cuanto salieron, comenzaron a divulgarlo por toda la región.
Después que Juan fue encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea a predicar el evangelio de Dios.
Y muy pronto se extendió la fama de Jesús por todas partes en la región entera de Galilea.
El diablo, entonces, terminó de poner a prueba a Jesús y se alejó de él en espera de una ocasión más propicia.
Y la fama de Jesús se extendía por toda la comarca.
Pasados dos días, Jesús partió de Samaría camino de Galilea.
Hablo —ya sabéis— de lo acaecido a lo largo y ancho de todo el país judío, comenzando por Galilea, después que Juan proclamó su bautismo.