Lucas 23:34

La Palabra (versión española)

Jesús entonces decía: —Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Los soldados se repartieron las ropas de Jesús echándolas a suertes.

Referencias Cruzadas

Génesis 50:17

«Perdona a tus hermanos su crimen y su pecado, perdónales el mal que te hicieron». Te rogamos, pues, que perdones nuestro crimen, ya que somos servidores del Dios de tu padre. José, al oírlo, se echó a llorar.

Salmos 22:18

se reparten mis ropas, echan a suertes mis vestiduras.

Isaías 53:12

Le daré a todos en posesión, tendrá como botín una multitud, pues expuso su vida a la muerte y fue contado entre los rebeldes, cargó con las culpas de muchos e intercedió por los rebeldes.

Mateo 11:25

Por aquel entonces dijo Jesús: —Padre, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos.

Mateo 11:26

Sí, Padre, así lo has querido tú.

Mateo 5:44

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen.

Marcos 15:24

A continuación lo crucificaron y los soldados se repartieron sus ropas echándolas a suertes, para ver con qué se quedaba cada uno.

Lucas 22:42

—Padre, si quieres, líbrame de esta copa de amargura; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. [

Juan 17:9

Yo te ruego por ellos. No te ruego por los del mundo, sino por los que tú me confiaste, ya que son tuyos.

Juan 19:11

Jesús le respondió: —No tendrías autoridad alguna sobre mí si Dios no te la hubiera concedido; por eso, el que me ha entregado a ti es mucho más culpable que tú.

Hechos 16:28

Pablo, entonces, le dijo a voz en grito: —¡No te hagas ningún daño, que estamos todos aquí!

Hechos 3:17

No obstante, hermanos, sé que tanto vosotros como vuestros dirigentes actuasteis por ignorancia.

Hechos 7:60

Luego dobló las rodillas y clamó en alta voz: —¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y, sin decir más, expiró.

Romanos 12:14

bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis.

1 Corintios 2:8

Ninguno entre los poderosos de este mundo ha llegado a conocer tal sabiduría, pues, de haberla conocido, no habrían crucificado al Señor de la gloria.

1 Corintios 4:12

Hemos trabajado con nuestras propias manos hasta el agotamiento. Si nos insultan, bendecimos; si nos persiguen, aguantamos;

1 Timoteo 1:13

Y eso que antes fui blasfemo y perseguí a la Iglesia con violencia. Pero como estaba sin fe y no sabía lo que hacía, Dios nuestro Señor tuvo misericordia de mí

1 Pedro 3:9

No devolváis mal por mal, ni insulto por insulto. Al contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar una bendición.