Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Lucas 22:61

La Palabra (versión española)

En aquel momento, el Señor se volvió y miró a Pedro. Se acordó Pedro de que el Señor le había dicho: «Hoy mismo, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces»

Ver Capítulo Copiar

19 Referencias Cruzadas  

Luego proclamará delante de todos: «Me equivoqué y pervertí el derecho, pero no me ha pagado como merecía.

de modo que, al acordarte del pasado, te avergüences y, avergonzada, no vuelvas a abrir la boca, pues voy a perdonarte todo lo que has hecho —oráculo del Señor Dios.

¿Cómo te trataré, Efraín? ¿Acaso te abandonaré, Israel? ¿Te trataré como traté a Adamá o haré contigo como con Seboín? Mi corazón está conturbado y mis entrañas se conmueven.

Jesús insistió: —Te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, tú me habrás negado tres veces.

Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: «Antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces». Y saliendo de allí, se echó a llorar amargamente.

Jesús se dio cuenta enseguida de que un poder curativo había salido de él; se volvió, pues, hacia la gente y preguntó: —¿Quién ha tocado mi manto?

El Señor le contestó: —Marta, Marta, andas angustiada y preocupada por muchas cosas.

Jesús le contestó: —Pedro, te digo que no cantará hoy el gallo sin que hayas negado tres veces que me conoces.

Entonces Pedro exclamó: —¡Amigo, no sé qué estás diciendo! Todavía estaba Pedro hablando, cuando cantó un gallo.

y, saliendo, lloró amargamente.

El Señor, al verla, se sintió profundamente conmovido y le dijo: —No llores.

y los envió a preguntar al Señor: —¿Eres tú el que tenía que venir o debemos esperar a otro?

Jesús le dijo: —¿De modo que estás dispuesto a dar tu vida por mí? Te aseguro que antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces.

Ha sido Dios quien lo ha elevado a la máxima dignidad y lo ha constituido jefe y salvador, para ofrecer a la nación israelita la ocasión de convertirse y de alcanzar el perdón de los pecados.

Recordad, pues, que vosotros, paganos en otro tiempo por nacimiento y considerados incircuncisos por los llamados circuncisos —esos que llevan en su cuerpo una marca hecha por manos humanas—,

Reflexiona, pues, sobre la altura de la que has caído, conviértete y vuelve a portarte como al principio. De lo contrario, si no te conviertes, vendré a ti y arrancaré tu candelero del lugar que ocupa.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios