Pero ahora, sobre la mesa y junto a mí, está la mano del que me traiciona.
Todos mis íntimos me detestan, mis mejores amigos me atacan.
Hasta mi íntimo amigo en quien confiaba, el que comía de mi pan, me ha traicionado.
Al anochecer llegó Jesús con los Doce, se sentaron a la mesa
Jesús le contestó: —Aquel para quien yo moje un bocado de pan y se lo dé, ese es. Lo mojó y se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.