Entonces Jesús les replicó: —Pues tampoco yo os diré con qué derecho hago todo esto.
Dejadlos, pues son ciegos que guían a otros ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.
¡Gente malvada e infiel! Pedís una señal milagrosa, pero no tendréis más señal que la del profeta Jonás. Y, dejándolos, se fue.
Así que respondieron a Jesús: —No lo sabemos. A lo que él replicó: —Pues tampoco yo os diré con qué derecho hago todo esto.
Así que respondieron: —No lo sabemos. Entonces Jesús les replicó: —Pues tampoco yo os diré con qué derecho hago todo esto.
Así que respondieron: —No sabemos de dónde.
Jesús se dirigió luego a la gente del pueblo y les contó esta parábola: —Una vez, un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores y emprendió un largo viaje.
y si os hago preguntas, no me vais a contestar.