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Referencias Cruzadas

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Lucas 20:47

La Palabra (versión española)

¡Esos, que devoran las haciendas de las viudas y, para disimular, pronuncian largas oraciones recibirán el más severo castigo!

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23 Referencias Cruzadas  

para impedir que se haga justicia a los débiles, para privar del derecho a los pobres de mi pueblo, para hacer de las viudas su presa y dedicarse al saqueo de huérfanos!

en ti son despreciados padres y madres; en ti es oprimido el forastero; en ti son vejados huérfanos y viudas.

Después llegan en masa, se sientan ante ti y prestan atención a tus palabras, pero no las ponen en práctica. Me halagan de palabra, pero luego actúan buscando su interés y su capricho.

aplastan contra el polvo al desvalido y no imparten justicia al indefenso; padre e hijo acuden a la misma joven, profanando así mi santo nombre.

Codician campos y los roban, casas y se apoderan de ellas; oprimen al cabeza de familia y a los que conviven con él, a la persona y a sus propiedades.

Ayer mi pueblo se alzaba contra el enemigo, hoy arrebata túnica y manto a quienes transitan confiados al regreso de la guerra.

Odiáis el bien y amáis el mal, arrancáis la piel a la gente y dejáis sus huesos al desnudo.

¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis a la gente la entrada en el reino de los cielos! Ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren entrar. [

¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que devoráis las haciendas de las viudas y que, para disimular, pronunciáis largas oraciones! Por eso vosotros recibiréis mayor castigo].

¡Esos que devoran las haciendas de las viudas, recitando largas oraciones para disimular, recibirán el más severo castigo!

Entre tanto, miles de personas se apiñaban alrededor de Jesús atropellándose unas a otras. Entonces, dirigiéndose en primer lugar a sus discípulos, Jesús dijo: —Cuidaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

—Guardaos de esos maestros de la ley a quienes agrada pasear vestidos con ropaje suntuoso, ser saludados en público y ocupar los lugares preferentes en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes.

Veía también Jesús cómo los ricos echaban dinero en el arca de las ofrendas.

Dios es testigo, y bien lo sabéis, de que jamás nos hemos valido de palabras aduladoras, ni hemos buscado astutamente el provecho propio.

Dicen que conocen a Dios, pero sus obras lo desmienten, ya que son odiosos, obstinados e incapaces de hacer algo bueno.

Hermanos míos, no ambicionéis todos llegar a ser maestros; debéis saber que nosotros, los maestros, seremos juzgados con mayor severidad.




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