Delante de todo el pueblo que estaba escuchando, Jesús dijo a sus discípulos:
Y recabando la atención de la gente, prosiguió: —Oíd y entended esto:
Luego Jesús convocó a la gente y a sus propios discípulos y les dijo: —Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme.
Pues si el propio David llama «Señor» al Mesías, ¿cómo puede ser el Mesías hijo suyo?
Reprende públicamente a los que pequen. Así escarmentarán los demás.