Lucas 20:14

La Palabra (versión española)

Pero cuando los labradores lo vieron llegar, se dijeron unos a otros: «Este es el heredero. Matémoslo para que sea nuestra la herencia».

Referencias Cruzadas

Salmos 2:8

Pídemelo y te daré las naciones en herencia, los confines de la tierra en heredad.

Salmos 89:27

Haré de él mi primogénito, el mayor de los reyes de la tierra.

Mateo 16:7

Los discípulos comentaban entre ellos: «Esto lo dice porque no hemos traído pan».

Mateo 21:25

¿De quién recibió Juan el encargo de bautizar: del cielo o de los hombres? Ellos se pusieron a razonar entre sí: «Si contestamos que lo recibió de Dios, él nos dirá: “¿Por qué, pues, no le creísteis?”

Mateo 21:34

Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió sus criados para percibir de los labradores el fruto que le correspondía.

Lucas 19:47

Y Jesús enseñaba en el Templo todos los días. Mientras tanto, los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los principales del pueblo andaban buscando cómo matarlo;

Lucas 20:13

Entonces el amo de la viña se dijo: «¿Qué más puedo hacer? Les enviaré a mi hijo, a mi hijo querido. Seguramente a él lo respetarán».

Lucas 20:15

Y, arrojándolo fuera de la viña, lo asesinaron. ¿Qué hará, pues, con ellos el amo de la viña?

Lucas 20:19

Los maestros de la ley y los jefes de los sacerdotes comprendieron que Jesús se había referido a ellos con esta parábola. Por eso trataron de echarle mano en aquel mismo momento; pero tenían miedo del pueblo.

Lucas 20:5

Ellos se pusieron a razonar entre sí: «Si contestamos que lo recibió de Dios, él dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?

Lucas 22:2

y los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley andaban buscando la manera de matar a Jesús, pues temían al pueblo.

Hechos 2:23

Dios lo entregó conforme a un plan proyectado y conocido de antemano, y vosotros, valiéndoos de no creyentes, lo clavasteis en una cruz y lo matasteis.

Hechos 3:15

Matasteis así al autor de la vida; pero Dios lo ha resucitado, y nosotros somos testigos de ello.

Romanos 8:17

Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que ahora compartimos sus sufrimientos para compartir también su gloria.

Hebreos 1:2

Ahora, llegada la etapa final, nos ha hablado por medio del Hijo a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien creó también el universo.