Pero ellos no comprendieron lo que les decía.
Pero ellos no entendían nada de esto. Y tampoco se atrevían a preguntarle.
Los apóstoles no comprendían nada. No podían entender lo que Jesús les decía, porque el sentido de sus palabras era un misterio para ellos.
Pero ellos no comprendieron lo que les decía; todo les resultaba enigmático de modo que no lo entendían. Y tampoco se atrevían a pedirle una explicación.