Lucas 2:27

La Palabra (versión española)

Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al Templo cuando los padres del niño Jesús llevaban a su hijo para hacer con él lo que ordenaba la ley.

Referencias Cruzadas

Jeremías 32:11

Después tomé el contrato de compra, ya sellado, con el acuerdo y las condiciones, y una copia abierta.

Mateo 4:1

Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo pusiera a prueba.

Lucas 2:22

Más tarde, pasados ya los días de la purificación prescrita por la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor,

Lucas 2:28

Y tomando al niño en brazos, alabó a Dios diciendo:

Lucas 2:41

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén, a celebrar la fiesta de la Pascua.

Lucas 2:48

Sus padres se quedaron atónitos al verlo; y su madre le dijo: —Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados buscándote.

Lucas 2:51

El niño regresó a Nazaret con sus padres y siguió sujeto a ellos. En cuanto a su madre, guardaba todas estas cosas en lo íntimo de su corazón.

Lucas 4:1

Jesús regresó del Jordán lleno del Espíritu Santo. El mismo Espíritu lo llevó al desierto,

Hechos 10:19

Entonces el Espíritu dijo a Pedro, que seguía preguntándose intrigado por el sentido de la visión: —Ahí abajo hay tres hombres que te buscan.

Hechos 11:12

y el Espíritu me había dicho que los acompañara sin ningún reparo. Mis seis acompañantes, aquí presentes, entraron conmigo en casa de aquel hombre,

Hechos 16:7

Al llegar a la frontera de Misia, tuvieron intención de entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.

Hechos 8:29

El Espíritu dijo a Felipe: —Adelántate y acércate a ese carro.

Gálatas 4:4

Pero al llegar el momento cumbre de la historia, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley,

Apocalipsis 1:10

cuando el día del Señor caí en éxtasis y oí a mi espalda una voz poderosa, como de trompeta,

Apocalipsis 17:3

Me llevó, pues, en visión a un desierto, donde vi a una mujer montada en una bestia de color rojo escarlata. La bestia tenía siete cabezas y diez cuernos y estaba cubierta de títulos blasfemos.