Lucas 2:11

La Palabra (versión española)

En la ciudad de David os ha nacido hoy un Salvador, que es el Mesías, el Señor.

Referencias Cruzadas

Génesis 3:15

Pondré enemistad entre tú y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.

Génesis 49:10

No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos.

Salmos 2:2

Los reyes de la tierra se rebelan, los príncipes conspiran juntos contra el Señor y su ungido:

Isaías 9:6

Para aumentar el señorío con una paz sin fronteras sobre el trono de David; lo asentará en todo su territorio con seguridad y firmeza, con justicia y con derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor del universo piensa ejecutar todo esto.

Mateo 1:16

Por último, Jacob fue el padre de José, el marido de María. Y María fue la madre de Jesús, que es el Mesías.

Mateo 1:21

Y cuando dé a luz a su hijo, tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

Mateo 16:16

Entonces Simón Pedro declaró: —¡Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo!

Mateo 16:20

Entonces Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

Lucas 1:43

Pero ¿cómo se me concede que la madre de mi Señor venga a visitarme?

Lucas 1:69

Nos ha suscitado un poderoso salvador de entre los descendientes de su siervo David.

Lucas 2:26

y le había hecho saber que no moriría antes de haber visto al Mesías enviado por el Señor.

Lucas 2:4

Por esta razón, también José, que era descendiente del rey David, se dirigió desde Nazaret, en la región de Galilea, a Belén, la ciudad de David, en el territorio de Judea,

Juan 1:41

Lo primero que hizo Andrés fue ir en busca de su hermano Simón para decirle: —Hemos hallado al Mesías (palabra que quiere decir «Cristo»).

Juan 1:45

se encontró con Natanael y le dijo: —Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en el Libro de la Ley y del que hablaron también los profetas: Jesús, hijo de José y natural de Nazaret.

Juan 11:27

Marta contestó: —Sí, Señor; yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que había de venir al mundo.

Juan 20:31

Estos han sido narrados para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida por medio de él.

Juan 4:25

La mujer le dice: —Yo sé que el Mesías (es decir, el Cristo) está por llegar; cuando venga nos lo enseñará todo.

Juan 4:42

Así que decían a la mujer: —Ya no creemos en él por lo que tú nos has dicho, sino porque nosotros mismos hemos escuchado sus palabras, y estamos convencidos de que él es verdaderamente el salvador del mundo.

Juan 6:69

Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.

Juan 7:41

Otros decían: —Este es el Mesías. Otros, por el contrario, replicaban: —¿Pero es que el Mesías puede venir de Galilea?

Hechos 10:36

Fue Dios quien dirigió su mensaje a los israelitas y les anunció la buena noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.

Hechos 13:23

Y Dios, de acuerdo con su promesa, hizo surgir de su linaje un salvador para Israel, Jesús.

Hechos 17:3

explicándoles y demostrándoles, con base en las Escrituras, que el Mesías había de padecer y resucitar de entre los muertos. Y añadía: —El Mesías no es otro que Jesús, a quien yo os anuncio.

Hechos 2:36

Por consiguiente, sepa con seguridad todo Israel que Dios ha constituido Señor y Mesías a este mismo Jesús a quien vosotros habéis crucificado.

Hechos 5:31

Ha sido Dios quien lo ha elevado a la máxima dignidad y lo ha constituido jefe y salvador, para ofrecer a la nación israelita la ocasión de convertirse y de alcanzar el perdón de los pecados.

1 Corintios 15:47

El primer ser humano procede de la tierra, y es terreno; el segundo viene del cielo.

Filipenses 2:11

y todos proclamen que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Filipenses 3:8

Más aún, sigo pensando que todo es deleznable en comparación con lo sublime que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él renuncié a todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.

Colosenses 2:6

Puesto que habéis aceptado a Cristo Jesús como Señor, comportaos ahora de manera consecuente.

1 Juan 4:14

Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo como salvador del mundo.

1 Juan 5:1

Si creemos que Jesús es el Cristo, somos hijos de Dios. Ahora bien, no es posible amar al padre sin amar también al que es hijo del mismo padre.