Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios.
Os lo repito: es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de los cielos.
¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!
¿Qué es más fácil? ¿Decir: «Tus pecados quedan perdonados», o decir: «Levántate y anda»?
Los que estaban escuchando preguntaron: —Pues, en ese caso, ¿quién podrá salvarse?