Y si no sois fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo que os pertenece?
y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor».
Pues bien, voy a cerrar con espinos su camino y a ponerle una valla para que no encuentre el sendero.
Sin embargo, una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte y nadie se la arrebatará.
De modo que si no sois fieles con las riquezas de este mundo, ¿quién os confiará la verdadera riqueza?
Ningún criado puede servir a dos amos al mismo tiempo, porque aborrecerá al uno y apreciará al otro, o será fiel al uno y del otro no hará caso. No podéis servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.