A ver si aprendéis lo que significa aquello de: Yo no quiero que me ofrezcáis sacrificios, sino que seáis compasivos. Yo no he venido a llamar a los buenos, sino a los pecadores.
—¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja en el campo las otras noventa y nueve y va en busca de la que se le había perdido?
Ellos alabaron a Dios al oír esto, pero al mismo tiempo dijeron a Pablo: —Como ves, hermano, millares de judíos son ahora creyentes. Y todos siguen siendo fieles observantes de la ley.