Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Lucas 15:29

La Palabra (versión española)

Pero el hijo le contestó: «Desde hace muchos años vengo trabajando para ti, sin desobedecerte en nada, y tú jamás me has dado ni siquiera un cabrito para hacer fiesta con mis amigos.

Ver Capítulo Copiar

23 Referencias Cruzadas  

que decía: «No te acerques, no me toques, que estoy consagrado». Todo esto enciende mi cólera, como un fuego que arde sin parar.

y preguntar a los sacerdotes del Templo del Señor del universo y a los profetas lo siguiente: —¿Debemos hacer duelo el quinto mes y ayunar tal como lo hemos hecho durante muchos años?

Pues habéis dicho que no merece la pena servir a Dios, que de nada os ha aprovechado cumplir sus mandatos y andar afligidos en presencia del Señor del universo

diciendo: «A estos que solo han trabajado una hora, les pagas lo mismo que a nosotros, que hemos trabajado toda la jornada soportando el calor del día».

El hermano mayor se irritó al oír esto y se negó a entrar en casa. Su padre, entonces, salió para rogarle que entrara.

Y ahora resulta que llega este hijo tuyo, que se ha gastado tus bienes con prostitutas, y mandas matar en su honor el becerro cebado».

Pues yo os digo que, igualmente, hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesiten convertirse.

Pues así, también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que Dios os ha mandado, decid: «Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer».

A unos que alardeaban de su propia rectitud y despreciaban a todos los demás, Jesús les contó esta parábola:

por miedo a ti, pues sé que eres un hombre duro, que pretendes tomar lo que no depositaste y cosechar lo que no sembraste».

Desconocen, en efecto, el poder salvador de Dios y pretenden hacer valer su propio poder sin querer someterse al de Dios.

A nadie, en efecto, justificará Dios por la observancia de la ley, pues la misión de la ley es hacernos conscientes del pecado.

¿Dónde queda, pues, el orgullo humano? Ha sido desmantelado. Y no por la observancia de la ley, sino en razón de la fe.

Hubo un tiempo en que, al no haber ley, todo era vida para mí. Pero, al venir el mandamiento, revivió el pecado,

Quien tenga oídos, preste atención a lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del maná escondido, y le daré también una piedra blanca en la que hay escrito un nombre nuevo, que solo quien lo reciba podrá descifrar.

Sé también que vas pregonando: «Soy rico, estoy forrado de dinero y nada necesito». ¡Pobre infeliz! ¿No sabes que eres miserable y pordiosero y ciego y que estás desnudo?




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios