Otro dijo: «Acabo de comprar cinco yuntas de bueyes y tengo que ir a probarlas. Discúlpame, por favor».
Pero todos ellos, uno por uno, comenzaron a excusarse. El primero dijo: «He comprado unas tierras y tengo que ir a verlas. Discúlpame, por favor».
El siguiente dijo: «No puedo ir, porque acabo de casarme».