¿Creéis que he venido a traer paz al mundo? Os digo que no, sino que he venido a traer división.
Quebré luego mi segundo cayado de nombre «Concordia», como señal de que rompía la hermandad entre Judá e Israel.
Yo he venido para traer fuego al mundo, y ¡cómo me gustaría que ya estuviera ardiendo!
Porque de ahora en adelante, en una familia de cinco personas se pondrán tres en contra de dos, y dos en contra de tres.
Al pronunciar Pablo estas palabras, los judíos se marcharon discutiendo entre sí acaloradamente].