Pues también vosotros estad preparados, porque cuando menos lo penséis vendrá el Hijo del hombre.
Estad, pues, vigilantes ya que no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor.
Así pues, estad también vosotros preparados, porque cuando menos penséis, vendrá el Hijo del hombre.
Estad, pues, muy atentos porque no sabéis ni el día ni la hora [de la venida del Hijo del hombre].
Conocéis, además, el momento especial en que vivimos: que ya es hora de despertar del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando empezamos a creer.
Al contrario, revestíos de Jesucristo, el Señor, y no fomentéis las desordenadas apetencias de la humana naturaleza.
Por lo tanto, no estemos dormidos, como están otros; vigilemos y vivamos sobriamente.
Alegrémonos y gocémonos y ensalcemos su grandeza, porque ha llegado el momento de las bodas del Cordero. ¡Está su esposa engalanada,