Después llegan en masa, se sientan ante ti y prestan atención a tus palabras, pero no las ponen en práctica. Me halagan de palabra, pero luego actúan buscando su interés y su capricho.
Estad atentos y no dejéis que os esclavicen el vicio, las borracheras o las preocupaciones de esta vida, con lo que el día aquel caería por sorpresa sobre vosotros.
La semilla que cayó entre los cardos representa a los que escuchan el mensaje, pero preocupados solo por los problemas, las riquezas y los placeres de esta vida, se desentienden y no llegan a dar fruto.
Destruid lo que hay de mundano en vosotros: la lujuria, la impureza, las pasiones desenfrenadas, los malos deseos y la avaricia, que es una especie de idolatría.
Que la fiebre del dinero no se apodere de vosotros; contentaos con lo que tenéis, ya que es Dios mismo quien ha dicho: Nunca te abandonaré; jamás te dejaré solo.
vi entre el botín un manto precioso de Senaar, doscientos siclos de plata y un lingote de oro de cincuenta siclos de peso, me gustaron y me quedé con ellos. Están escondidos bajo tierra en medio de mi tienda; la plata está debajo.
Miran con ojos cargados de pasión a la mujer adúltera; están siempre hambrientos de pecado; seducen a los débiles; su corazón rebosa avaricia; ¡son unos malditos!
En su ambición querrán, con palabras engañosas, utilizaros a vosotros como objetos de compraventa; pero hace tiempo que está dictada su condena, y pronta para consumarse su ruina.