Lucas 10:42

La Palabra (versión española)

Sin embargo, una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte y nadie se la arrebatará.

Referencias Cruzadas

Salmos 119:111

Mi heredad perpetua son tus mandamientos, alegría de mi corazón.

Salmos 119:173

Que tu mano venga en mi ayuda, porque yo escogí tus preceptos.

Salmos 119:30

Escogí el camino de la fidelidad, he tenido presentes tus decisiones;

Salmos 142:5

Señor, a ti te invoco y digo: «Mi refugio eres tú, mi porción en la tierra de los vivos».

Salmos 17:15

Pero yo, Señor, me he portado rectamente y por eso contemplaré tu rostro; al despertarme, me saciaré de tu imagen.

Salmos 27:4

Una sola cosa pido al Señor, solo esto quiero: sentarme en la casa del Señor todos los días de mi vida, contemplar la gracia del Señor y frecuentar su Templo.

Salmos 73:25

¿A quién sino a ti tengo en el cielo? A tu lado no me agrada ya la tierra.

Eclesiastés 12:13

Conclusión del discurso: todo está dicho. Respeta a Dios y guarda sus mandamientos, pues en eso consiste ser persona.

Marcos 8:36

Pues ¿de qué le sirve a uno ganar el mundo entero si pierde su propia vida?

Lucas 10:39

Marta tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras.

Lucas 11:1

Una vez estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó de orar, uno de los discípulos le dijo: —Señor, enséñanos a orar, al igual que Juan enseñaba a sus discípulos.

Lucas 12:20

Pero Dios le dijo: «¡Estúpido! Vas a morir esta misma noche. ¿A quién le aprovechará todo eso que has almacenado?».

Lucas 12:33

Vended vuestros bienes y repartid el producto entre los necesitados. Haceos así un capital que no se deteriora, riquezas inagotables en los cielos, donde no hay ladrones que entren a robar ni polilla que destruya.

Lucas 16:2

El amo lo llamó y le dijo: «¿Qué es esto que me dicen de ti? Preséntame las cuentas de tu administración, porque desde ahora quedas despedido de tu cargo».

Lucas 16:25

Abrahán le contestó: «Amigo, recuerda que durante tu vida terrena recibiste muchos bienes, y que Lázaro, en cambio, solamente recibió males. Pues bien, ahora él goza aquí de consuelo y a ti te toca sufrir.

Lucas 18:22

Al escuchar estas palabras, Jesús le dijo: —Aún te falta algo: vende todo lo que posees y reparte el producto entre los pobres. Así te harás un tesoro en el cielo. Luego, vuelve aquí y sígueme.

Lucas 8:18

Prestad mucha atención, porque al que tenga algo, aún se le dará más; pero al que no tenga nada, hasta lo que crea tener se le quitará.

Juan 11:1

Un hombre llamado Lázaro había caído enfermo. Era natural de Betania, el pueblo de María y de su hermana Marta.

Juan 11:19

muchos judíos habían ido a visitar a Marta y a María para darles el pésame por la muerte de su hermano.

Juan 12:3

María tomó un frasco de perfume muy caro —casi medio litro de nardo puro— y lo derramó sobre los pies de Jesús; después los secó con sus cabellos. La casa entera se llenó de la fragancia de aquel perfume.

Juan 17:3

Y la vida eterna consiste en que te reconozcan a ti como único Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado.

Juan 4:14

en cambio, el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed sino que esa agua se convertirá en su interior en un manantial capaz de dar vida eterna.

Juan 5:24

Yo os aseguro que el que acepta mi palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna; no será condenado, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida.

Juan 6:27

Deberíais preocuparos no tanto por el alimento transitorio, cuanto por el duradero, el que da vida eterna. Este es el alimento que os dará el Hijo del hombre, a quien Dios Padre ha acreditado con su sello.

1 Corintios 13:3

¿De qué me sirve desprenderme de todos mis bienes, e incluso entregar mi cuerpo a las llamas? Si me falta el amor, de nada me aprovecha.

Gálatas 5:6

En Cristo Jesús, en efecto, da lo mismo estar circuncidados que no estarlo; lo que cuenta es la fe, que actúa por medio del amor.

Deuteronomio 30:19

Pongo hoy como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige la vida y viviréis tú y tu descendencia.

Josué 24:15

Pero, si os parece duro rendir culto al Señor, elegid hoy a quién queréis rendir culto, si a los dioses a quienes adoraron vuestros antepasados en Mesopotamia o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora. Yo y mi casa rendiremos culto al Señor.

Josué 24:22

Josué dijo al pueblo: —Testigos sois contra vosotros mismos de que habéis elegido al Señor para servirlo. Ellos respondieron: —¡Somos testigos!