pero la madre dijo: —No, su nombre ha de ser Juan.
y envió al profeta Natán, que le puso de sobrenombre Jedidías, en honor del Señor.
Luego me acosté con la profetisa, que concibió y dio a luz un hijo. El Señor me dijo: —Lo llamarás Maher Salal, Jas Baz,
pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz a un hijo, al que José puso por nombre Jesús.
Pero el ángel le dijo: —No tengas miedo, Zacarías. Dios ha escuchado tu oración, y tu mujer Elisabet te dará un hijo, al que llamarás Juan.
Ellos, entonces, le hicieron notar: —Nadie se llama así en tu familia.
Zacarías pidió una tablilla de escribir y puso en ella: «Su nombre es Juan», con lo que todos se quedaron asombrados.