Destruirá para siempre a la muerte, el Señor Dios enjugará el llanto que cubre los rostros, barrerá la afrenta de su pueblo en toda la superficie del país. Lo ha dicho el Señor.
Siete mujeres agarrarán a un mismo hombre; y le dirán aquel día: «Comeremos nuestro pan, vestiremos nuestra ropa, pero danos tu apellido, líbranos de nuestra afrenta».
Por la fe también, a pesar de que Sara era estéril y de que él mismo había rebasado la edad apropiada, recibió Abrahán fuerza para fundar un linaje; todo porque se fio de quien se lo había prometido.