Si su ofrenda para el holocausto es de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto alguno; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del encuentro para que sea agradable al Señor.
Si es el sacerdote ungido el que ha pecado, haciendo con ello culpable al pueblo, ofrecerá al Señor un novillo sin defecto alguno como ofrenda de purificación por el pecado que ha cometido.
Seguidamente hizo traer el novillo de la ofrenda de purificación, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo de la ofrenda de purificación.
Y di a los israelitas: «Tomad un macho cabrío para la ofrenda de purificación, y tomad también un novillo y un cordero de un año, ambos sin defecto alguno, para holocausto;
Al que no tuvo experiencia de pecado, Dios lo trató por nosotros como al propio pecado, para que, por medio de él, experimentemos nosotros el poder salvador de Dios.
No como los demás sumos sacerdotes que necesitan ofrecer sacrificios a diario, primero por sus propios pecados y después por los del pueblo. Jesús lo hizo una vez por todas ofreciéndose a sí mismo.