Levítico 9:10

La Palabra (versión española)

Quemó luego sobre el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado de la ofrenda de purificación, como el Señor había ordenado a Moisés;

Referencias Cruzadas

Isaías 66:2

Todo eso lo ha hecho mi mano, y así es como todo existió —oráculo del Señor—. En el pobre pongo mis ojos, en el abatido que respeta mis palabras.

Isaías 57:15

Pues esto dice el Alto y Excelso, el que vive por siempre, de nombre Santo: Yo habito en las alturas sagradas, pero miro por humildes y abatidos, para reanimar el espíritu abatido, para reanimar el corazón humillado.

Isaías 53:10

el Señor quiso machacarlo con males. Por entregar su vida como ofrenda expiatoria, verá su descendencia, vivirá muchos años, por su mano triunfará el designio del Señor.

Proverbios 23:26

Hijo mío, confía en mí y mira con buenos ojos mis indicaciones.

Salmos 51:17

El sacrificio a Dios es un espíritu apenado, tú, Dios, no rechazas el corazón dolorido y humilde.

Éxodo 29:13

Tomarás la grasa que recubre las vísceras, el lóbulo del hígado, los dos riñones con su grasa y lo quemarás en el altar;

Levítico 9:9

Sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre en la que mojó su dedo untando con ella los salientes del altar y derramando el resto de la sangre al pie del altar.

Levítico 9:11

la carne y la piel las quemó fuera del campamento.