Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Levítico 8:6

La Palabra (versión española)

Entonces Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua.

Ver Capítulo Copiar

19 Referencias Cruzadas  

Lavo mis manos en señal de inocencia y me acerco a tu altar, Señor,

límpiame por entero de mi culpa, purifícame de mis pecados.

Rocíame con hisopo y quedaré purificado, límpiame y seré más blanco que la nieve.

Después conducirás a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda del encuentro y los lavarás con agua.

para que en ella se laven las manos y los pies Aarón y sus hijos.

Si no quieren morir, se lavarán con esta agua antes de entrar en la Tienda del encuentro y también antes de acercarse al altar para oficiar y presentar la ofrenda que se quema para el Señor.

Después conducirás a Aarón y sus hijos a la entrada de la Tienda del encuentro, donde los lavarás con agua.

Lavaos, purificaos; apartad de mi vista todas vuestras fechorías; dejad ya de hacer el mal.

Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras impurezas; pienso purificaros de todos vuestros ídolos.

se vestirá con la túnica de lino consagrada y se pondrá calzones de lino; se ceñirá el fajín de lino y se cubrirá la cabeza con un turbante de lino. Estas son las vestiduras sagradas con las que se revestirá después de bañarse.

y Moisés les comunicó lo que el Señor ordenaba hacer.

Aquel día surgirá un manantial donde la dinastía de David y los habitantes de Jerusalén puedan lavar su pecado y su impureza.

Y esto es lo que antes erais algunos de vosotros. Pero habéis sido purificados, consagrados y justificados en el nombre de Jesucristo, el Señor, y por la acción del Espíritu de nuestro Dios.

a fin de consagrarla a Dios, purificándola por medio del agua y la palabra.

Acerquémonos, pues, con un corazón sincero y lleno de fe, con una conciencia purificada de toda maldad, con el cuerpo bañado en agua pura.

Eran simplemente alimentos, bebidas o ritos purificatorios diversos; observancias todas ellas exteriores, válidas únicamente hasta el momento en que se instaurara el nuevo orden de cosas.

Yo le respondí: —Mi Señor, tú eres quien lo sabe. Él me dijo: —Estos son los que han pasado por la gran persecución, los que han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios